Con Sabor a Tixtla: De Guerrero Con Amor

La comida mexicana es compleja. Con sólo unos cuantos ingredientes cada región del país ha creado una cocina única que refleja el tipo de vida y tradiciones de esa región. Por ejemplo, las quesadillas pueden tener queso o no dependiendo en que parte del país te encuentres. Otros ingredientes de la quesadilla pueden variar dependiendo del clima de la región, la temporada o los ingredientes disponibles. Este hecho no se pierde en Con Sabor a Tixtla, un restaurante familiar en la vibrante colonia Roma. Ubicado no muy lejos del mercado Medellín, el restaurante se especializa en comida del estado de Guerrero.

Descubrimos Con Sabor a Tixtla gracias a una amiga que ama el lugar. La decoración del restaurante deja una marcada impresión inclusive antes de que la comida llegue a la mesa. Las paredes de colores brillantes, los banderines florales y el arte folklórico mexicano le dan al lugar un ambiente acogedor, le da a los comensales la impresión de que están en una fiesta en la sala de un amigo. La atmósfera íntima y familiar también se siente en la carta en donde se puede leer una corta biografía de Enedina Bello González, la fundadora y mayora del restaurante, en dónde se explica que ella y sus hijos Alfredo y Juan Patricio administran el restaurante y también son los chefs del mismo.

En su deseo de compartir algunos de los platillos tradicionales de Guerrero con una audiencia más amplia, Enedina viaja de la Ciudad de México a Tixtla, Guerrero todas las semanas sin falta para conseguir los ingredientes que usa para sus platillos. A pesar de la presencia de grandes mercados en D.F. con su plétora de ingredientes disponibles, Enedina aún prefiere comprar localmente en su tierra natal todo lo que prepara. La comida del restaurante claramente se beneficia por su dedicación.

La carta contiene más ingredientes de lo que esperábamos, considerando el tamaño del restaurante. En nuestra primera visita probamos los tacos de chile relleno y mole verde. El taco de chile relleno estaba delicioso, pero para nuestro gusto, el taco de mole verde fue el ganador de la tarde y nos abrió el apetito para regresar al restaurante.

En otra visita con un grupo mas grande de amigos pudimos probar otros platillos. Nos encantó la combinación salada y dulce del pollo enchipotlado. También estuvimos muy impresionados con el fiambre, un platillo que contiene carne de res, pollo, chorizo y carne de puerco servido sobre una cama de lechuga bañada con un aderezo agridulce. La barbacoa de pollo en salsa de adobo y las enchiladas de mole no se quedaron atrás. Los sábados no pueden dejar de probar el chilate, una bebida hecha con cocoa, canela y piloncillo.

Por todos los deliciosos platillos, lo que quizá es el mejor artículo de la carta es un postre. Con el nombre de torreja, es la versión de Guerrero del pan francés, que consiste en una pieza de pan capeada y frita y después bañada en una mezcla de miel y canela. El platillos se puede servir con pasas o almendras, pero el nuestro fue sencillo. Cuando llegó a la mesa, la presentación no era la más espectacular, pero sin lugar a dudas fue lo mejor de la cena. Al final nuestras cucharas se peleaban por las últimas gotas de miel en el plato.

La calidad de la comida estilo casera en Con Sabor a Tixtla nos recordó la cocina de nuestras mamás cuando nos preparan nuestros platillos favoritos. Los deliciosos platillos, ingredientes frescos y el gran servicio ha puesto este restaurante familiar en la lista de nuestros lugares favoritos para comer en el D.F.